Por Santiago Pérez, aprendedor del Master in Business & Technology de Collective.
Aprender es una habilidad que puede cambiar la vida. Aunque nunca se nos haya dicho que aprender es, de hecho, una habilidad.
En el sistema en el que vivimos, el aprendizaje ha sido relegado a una etapa específica de la vida. Pareciera que la fórmula fuera nacer, crecer, estudiar, trabajar, retirarse y morir.
El punto es que el mundo de hoy avanza demasiado rápido como para vivir sobre esa idea anticuada sobre lo que es el aprendizaje.
De hecho, aprender podría ser la habilidad más importante que debamos desarrollar como profesionales y como seres humanos en el futuro próximo.
Aprender a aprender puede ser sin duda una forma de transformar por completo cómo vemos y afrontamos el mundo.
Pero para entender por qué es importante cambiar la forma en la que nos acercamos al aprendizaje, es fundamental primero ponernos en contexto.
El sistema educativo actual está roto. Es anticuado, ineficiente y se ha adaptado poco a las necesidades de una realidad mediada por la tecnología y lo digital. De hecho, es un modelo creado durante la revolución industrial y que ha sufrido pocos cambios estructurales desde entonces.
Ser educados dentro de ese sistema implica también que muchos de los valores y metodologías con las que aprendemos corresponden a otra época. Una época en la que no teníamos muchos de los recursos que ahora tenemos, y en la que ni siquiera existían la mayoría de nuestros trabajos.
Como se explica en el siguiente vídeo, cambiar esos paradigmas sobre la educación implica rediseñar todo el sistema productivo en el que vivimos para adaptarlo a una nueva realidad que cambia a pasos agigantados cada día:
Además de muchas de las ideas que se mencionan en el vídeo, hay un problema estructural con el sistema educativo, y es que no ha podido actualizarse a la misma velocidad que lo han hecho otros aspectos de la vida cotidiana, incluyendo la forma en la que trabajamos.
Hemos llegado a un punto en el que la educación debería poder evolucionar como software, entendiendo que es la única manera de seguir el ritmo acelerado del siglo XXI.
No es fortuito entonces que el MBT de Collective empiece con una clase sobre cómo “Aprender a Aprender”.
Pareciera contraintuitivo que en una maestría debamos aprender algo que se supone que hemos venido haciendo toda la vida, pero el punto es que lo hemos estado haciendo mal, y no porque el sistema esté roto (aunque también es cierto), pero especialmente porque no hemos entendido la diferencia radical que hay entre aprender y ser educado.
Antes que nada, aprender es un verbo en primera persona. Implica acción, movimiento y responsabilidad.
Creo que una de las primeras cosas que cambió por completo mi perspectiva sobre el aprendizaje es el nivel de incidencia que tenemos sobre el mismo. La única forma de aprender realmente es estar dispuesto a hacerlo, frecuente e intencionalmente.
Pato Bichara, fundador y CEO de Collective, explica en el siguiente video la razón por la que aprender a aprender puede cambiar por completo la forma en la que nos enfrentamos al trabajo y la vida, y por qué algo tan sencillo como la intención hace una gran diferencia:
htHasta el momento, los argumentos para cultivar el aprendizaje como una habilidad parecen lo suficientemente convincentes. Es un tema que viene desde la raíz, que implica un cambio en el sistema productivo y que requiere de algo más que solo pedir a los gobiernos que lo cambien.
Queda claro que es un proceso que empieza por uno mismo, aunque el panorama no es tan alentador cuando vemos la realidad del mundo laboral actual.
Pato empieza su conferencia preguntando cuántas personas aprendieron más en su primer trabajo que en la universidad. Esta cuestión apunta a dos situaciones muy importantes:
(1) La experiencia prima sobre la teoría.
(2) los modelos pedagógicos no se han adaptado por completo a la realidad de los puestos de trabajo o profesionales que buscan las empresas hoy, obligándonos a evolucionar sin tener las herramientas adecuadas para hacerlo.
Este panorama pone en entredicho la capacidad que tienen las instituciones tradicionales para adaptarse y por lo tanto desplaza todavía más la responsabilidad a los mismos profesionales para encontrar oportunidades y alternativas que les permitan actualizarse y priorizar las habilidades que realmente van a necesitar para desarrollar sus carreras en el futuro.
De hecho, aunque la preocupación de muchas personas es que hay muchos trabajos que van a desaparecer, según un informe de World Economic Forum, van a ser muchas más las nuevas profesiones creadas que las que van dejar de existir en los siguientes 5 años.
Así mismo, en la medida en que el mundo laboral se transforma con el avance de la tecnología y la creación de nuevos modelos de negocio, también lo hacen las habilidades que las organizaciones requieren de los profesionales.
Durante décadas las habilidades técnicas han sido valoradas en los ambientes de trabajo, formando profesionales capaces de manipular y administrar operaciones complejas de muchas especialidades; por ejemplo, contabilidad, servicio al cliente, estructuración de datos… todas estas son tareas que pronto van a requerir menos operación humana, aunque no por eso necesitarán menos humanos.
De hecho, la tendencia que parece marcar el camino es que las organizaciones van a necesitar más personas, precisamente con la capacidad de implementar y desarrollar habilidades estrictamente humanas, o Power Skills como se llaman comúnmente.
De acuerdo al informe de World Economic Forum, muchos cargos van a evolucionar para concentrarse en aspectos más conectados con temas de liderazgo, relaciones interpersonales o el trabajo con propósito. En la siguiente imagen se destacan algunos de los cargos que podríamos ver (o ya estamos viendo) en el futuro próximo:
Aunque algunos de esos títulos podrían parecer de ciencia ficción, eso mismo podríamos haber pensado un par de décadas atrás si nos hubieran dicho que en el futuro tendríamos Chief People Officers populando el ecosistema empresarial, con el único propósito de transformar por completo la forma en la que se entiende el valor de las personas en las organizaciones.
La clase de “Learning how to Learn” es una gran forma de empezar el MBT de Collective. En definitiva, resalta algunos puntos que pueden parecer sutiles, pero que tienen toda la capacidad de cambiar la forma en la que aprendemos y, sobre todo, nos permite tener una mentalidad más preparada para los retos que se vienen en el futuro.
Aprender a aprender significa, en últimas, estar preparados para evolucionar a la velocidad que lo requiere nuestra posición como trabajadores del conocimiento. Es asumir la responsabilidad de que el proceso de aprendizaje no termina en el colegio o la universidad, al mismo que tiempo que reconocemos la importancia de tener unas bases sólidas que nos permitan construir sobre las habilidades que nos hacen únicos como humanos.
Si miramos hacia atrás parece increíble lo mucho que ha cambiado el mundo laboral en los últimos 30 años: han cambiado los dispositivos, las metodologías y el mundo entero. Así que es momento de tomar las riendas sobre ese propósito porque, parafraseando a Pato Bichara: “hoy es el día más lento del resto de tu vida y solo se va a acelerar”.