Las cuatro ‘red flags’ que debes evitar durante una entrevista de trabajo
Una encuesta de 2024 hecha a 625 gerentes de recursos humanos en distintos sectores de varias industrias estadounidenses reveló cuáles son los principales factores que disuaden a estas personas de no volver a contactar a un candidato. La deshonestidad, la impuntualidad y las críticas a antiguos colegas o empleadores son algunas de las señales específicas que pueden cerrarles las puertas permanentemente a los candidatos a un cargo.
Así que si llevas un rato preguntándote por qué nunca te vuelven a llamar luego de las entrevistas de trabajo que tienes, puede ser porque estás cometiendo un error grave durante estos espacios sin saberlo, según explica Eva Chan, experta en talento humano y carrera profesional en HBR.
A continuación, te contamos cómo se pueden identificar estas ‘red flags’ o señales de alarma y que puedes hacer para evitar caer en la tentación de, por ejemplo, exagerar tu experiencia y logros.
Primera red flag: Deshonestidad
No es una sorpresa que la peor señal que quienes contratan identificaron fue la deshonestidad. Un 63% dijo que esta era la mayor red flag al considerar un candidato.
Pero la deshonestidad se manifiesta de distintas maneras. Las más obvias pueden ser mentir sobre un título o un cargo que nunca se tuvo, Pero otras, más sutiles, pueden pasar por actitudes o comportamientos que se sienten poco auténticos. O, sencillamente, cuando hay inexactitudes entre lo que muestran en su CV y lo que se puede comprobar por Internet y redes sociales.
Estás sutilezas pueden ser fáciles de percibir para las empresas que escanean la personalidad en línea de los candidatos, una práctica que están haciendo el 70% de las empresas estadounidenses, como mostró una encuesta de 2023.
Por eso, cualquier inconsistencia entre lo que dice una hoja de vida y lo que se muestra en redes habla mal de la persona. "Especialmente con el crecimiento del contenido con IA, los empleadores son más cautelosos que nunca sobre si el candidato está mostrando fielmente sus cualificaciones durante su aplicación", advierte Chan.
¿Cómo evitar caer en este error?
Debido al creciente vínculo entre plataformas como LinkedIn y la búsqueda laboral, es importante asegurarse de que lo que dices y lo que muestras cuente la misma historia. También es aconsejable revisar qué quieres hacer visible y qué no.
Lo siguiente, por supuesto, es ser honesto contigo y tus capacidades. Esto implica no exagerar las habilidades que creas que son atractivas, pues esto traerá problemas en la entrevista. Además, es aconsejable que repases tu hoja de vida para que puedas hablar con confianza sobre los logros que has conseguido. Si no puedes hacer esto, lo mejor es que no lo incluyas.
Segunda red flag: Grosería
Los primeros momentos durante la entrevista, desde el saludo hasta el adiós, dan pistas sobre el profesionalismo de los candidatos. Por eso el 53% de los contratadores escogieron el comportamiento y actitudes groseras como un gran disuasor para contratar. Esto lo corrobora un estudio que mostró que el 89% de las contrataciones que fallaban en los primeros meses se debían a escasas habilidades interpersonales y mala actitud.
Por eso, ser abiertamente agresivo o levantar la voz para probar un punto, son señales evidentemente malas para el entrevistador. Pero otros comportamientos menos obvios, como cruzar los brazos, también advierten a los empleadores y puede dar la impresión de estar desconectado de la conversación.
Aunque no sobra decirlo, llegar tarde es una señal clara de irrespeto. No solo muestra que la persona no está interesada en la oportunidad, sino que tiene problemas para manejar su tiempo. Si esto ocurre por un motivo de fuerza mayor, es igual de importante comunicarlo con tiempo.
¿Cómo evitar caer en este error?
Para no llegar tarde, trata de controlar cualquier imprevisto y, sobre todo, apunta a llegar 15 minutos antes. Pero esta es la parte fácil.
En cuanto a la agresividad, que puede surgir por una pregunta difícil o que no sabes contestar, evita culpar al empleador y, en cambio, responde que si bien no tienes la habilidad o no conoces la respuesta, aprendes rápido. Esto muestra voluntad y adaptabilidad, señales que dejan una buena impresión.
Durante la entrevista debes estar atento al lenguaje corporal, sonreír, asentir y hacer contacto visual. Si esto resulta demasiado complicado para ti, puedes concentrarte en tus capacidades y explicar por qué te cuesta mirar a los ojos o no cruzar los brazos. Por ejemplo, puedes explicar que es algo que ocurre cuando estás completamente concentrado en una cosa.
Tercera red flag: criticar antiguos empleadores o colegas
El 31% de los gerentes y contratadores cree que hablar mal de ex colegas o de experiencias laborales pasadas es una pésima señal al momento de buscar nuevo talento. Otra encuesta hecha a ejecutivos también mostró que difamar a antiguos empleadores es suficiente para no contratar a alguien para el 62% de los encuestados.
“En contratación quieren ver que puedes manejar los retos de manera profesional y seguir adelante con actitud positiva. Si comienzas a criticar tu antiguo trabajo o colegas puede parecer que es difícil trabajar contigo o que no estás dispuesto a adaptarte a nuevos entornos”, sostiene Chan.
Incluso si tus críticas son ciertas, para quienes contratan puede sugerir que llegarás con mala energía al nuevo cargo. Además, estás contando la mitad de la historia y esto puede generar dudas y suspicacias en el nuevo empleador.
¿Cómo evitar caer en este error?
Un primer consejo es enfocarse en los aspectos positivos de anteriores empleos, incluso si no son muchos. Si te preguntan por malas experiencias, lo ideal es que guíes la conversación hacia cómo superaste estos retos y cómo lo afrontarías en un futuro.
Esto también es una oportunidad para contar cómo mejoraste la situación o cómo estas dificultades te enseñaron a ser proactivo y no dudar en preguntar lo que sea necesario para que las tareas se hicieran eficientemente.
“Al enfocarte en qué acciones tomaste, le muestras al entrevistar que eres recursivo y capaz de resolver problemas de comunicación sin ser negativo o culpar a otros”, dice Chan.
Cuarta red flag: Falta de preparación
Así como las empresas preparan sus ofertas, entrevistas y empresas para recibir a nuevo talento, esperan lo mismo de los candidatos. Es por eso que el 20% de los encargados de contratar encuentran la falta de preparación como una alerta roja.
Esto va más allá que desconocer el contexto de la empresa, pues cuando los candidatos aplican a varios cargos sin una intención clara, pueden parecer poco preparado o que comprenden mal el rol al que se presenta. De acuerdo con una gerente de Walmart, se ha encontrado que cuando los candidatos aplican a demasiados cargos al tiempo, con frecuencia olvidan detalles claves del rol al que aspiran.
“Los candidatos necesitan darse cuenta de que cada interacción es una prueba de profesionalismo”, sostiene la experta en reclutamiento Jena Dunay. Según explica, si un candidato no llega preparado a la entrevista (conociendo la empresa, el cargo y la industria), da la impresión de que tampoco llegará preparado para el trabajo.
¿Cómo evitar caer en este error?
Antes de la entrevista, es aconsejable tomarse un momento para identificar los puntos que quieres resaltar sobre tu carrera y habilidades y cómo se ajustan a las necesidades de la empresa. También traza posibles respuestas frente a cómo manejarías situaciones difíciles o estresantes en el trabajo, pues esta es una pregunta común en estas entrevistas.
Esta preparación no debería enfocarse tanto en la historia de la empresa como en la necesidad que tienen con el cargo que están ofreciendo. Para esto es importante conocer la misión, los valores y proyectos recientes de la organización.
Además, también ayuda investigar un poco durante la entrevista, específicamente sobre qué implica ser bueno en el cargo. Para esto puede servir hacer preguntas como: ‘¿Qué cualidades implica ser exitoso en la empresa? o ¿Qué disfrutas personalmente de este trabajo?’. “Este tipo de preguntas solo muestran que estás interesado en el cargo, sino que tienes genuina curiosidad sobre qué hace a esta empresa un buen lugar para trabajar”, afirma Chan.
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En suma, estos consejos y advertencias muestran que, para conseguir un cargo que quieres, es importante estar preparado para la entrevista y no mostrar o exagerar logros y experiencias pasadas. Es clave ser honesto, estar preparado, cuidar el lenguaje y ser consciente de la experiencia que tienes y retos que has afrontado. Todo esto le dará una imagen más clara de la persona y trabajador que eres.