Como cuando te pasaste de copas una noche y al día siguiente te levantas con cruda o resaca, los trabajadores que se subieron a la ola de ‘La Gran Renuncia’, ahora están lamentando haberse ido de sus cargos. El panorama laboral actual muestra que este fenómeno post-pandemia llegó a su fin sin causar cambios drásticos en el sistema laboral salvo, claro, para los miles de trabajadores que ahora hacen parte del ‘Gran arrepentimiento’ o ‘Great Regret’.

Así es como varios medios y portales de análisis de mercado están llamando a la fase que siguió a la ‘Gran Renuncia’ posterior a la pandemia. Aunque se creía que las renuncias se mantendrían en el tiempo, el mundo laboral está llegando a una “nueva normalidad”, en la que muchos trabajadores añoran los cargos y roles que dejaron atrás.

Para entender de qué se trata el “Great Regret”, primero, es necesario comprender la causa del fenómeno: casi 100 millones de renuncias en menos de dos años. 

El fin de ‘La Gran Renuncia’

Entre 2020 y 2022, Estados Unidos presentó un fenómeno laboral que académicos como el profesor del University College de Londres, Anthony Klotz, bautizaron como ‘La Gran Renuncia’. 

Como explicamos en estos dos artículos, la Gran Renuncia comenzó en plena pandemia en 2020 y se extendió durante varios meses hasta finales de 2022. En este periodo, hubo un aumento en las renuncias laborales voluntarias, principalmente en Estados Unidos, donde, de acuerdo con CNN, alrededor de 47 millones de personas renunciaron el primer año y otros 50 millones en 2021. Por esto, se creyó que esta sería una de las principales tendencias a mediano plazo que dejaría la pandemia.

Este aumento estuvo motivado por el impacto que generó la pandemia en los trabajadores y las dinámicas laborales. Después del Covid-19 los profesionales querían buscar nuevas oportunidades, disfrutar más el tiempo libre, mejorar el balance entre su vida y su trabajo, emprender en sus propias ideas o cambiar de carrera. 

En este contexto, varios analistas pronosticaron un sismo laboral que obligaría a las empresas a modificar sus prácticas, aumentar salarios y mejorar las condiciones para sus trabajadores. Pero más de dos años después, estos pronósticos no se cumplieron.

“Creo que la Gran Renuncia ha llegado a su fin. Durante la primera mitad de este año [2023], los índices de renuncia regresaron a cerca de como estaban en 2019”, le dijo a Fast Company el economista Klotz, considerado el padre del concepto.

Pero aunque la Gran Renuncia no fue el terremoto que se esperaba, sí provocó al menos una réplica: ‘el gran arrepentimiento’.

¿Qué es el Gran Arrepentimiento?

De acuerdo con un análisis hecho en enero de 2023 por la consultora de recursos humanos Paychex, el 80% de las personas que renunciaron durante este periodo en busca de mejores oportunidades, se arrepentía de esta decisión y casi el 70% intentaron regresar a sus antiguos cargos.

Por esto, el Gran Arrepentimiento se entiende como la sensación de decepción y expectativas no cumplidas que llega tras la renuncia, sobre todo para quienes cambiaron de empleador en busca de mejores oportunidades, según explican Seth Besse CEO de Undivided y Bill Catlette, de la firma de liderazgo de personal Contented Cow Partners. 

“Algunos encontraron que no encajaban con la nueva cultura laboral, mientras que otros extrañaban mucho a sus “amigos” en el trabajo previo”, sostiene Catlette.

Según los datos encontrados por Paychex, los jóvenes de la Generación Z son quienes más se arrepienten de haber renunciado, con un 89% de los encuestados sintiendo las consecuencias de esta decisión. Por su parte, el 77% de los millennials sintieron lo mismo, mientras que el 20% de la Generación X era más susceptible a extrañar el balance entre su vida y el trabajo.

Otro aspecto que mostró la encuesta es que alrededor del 50% de las personas que renunciaron se demoraron en encontrar otro empleo entre tres y seis meses. Y otro 39% se tardó más de siete meses. 

Pero esta tendencia no es nueva. Ya a comienzos de 2022 una encuesta de Harris mostró que solo el 26% de las personas que cambiaron de trabajo les gustaba lo suficiente su nuevo cargo como para no renunciar. 

Las razones para sentirse arrepentidos, tal como recopiló la ingeniera de sistemas Emi Nietfeld en The Atlantic, quien renunció a Facebook en 2021, son variadas. En su caso, cuenta que la pasión por los nuevos rumbos no eliminaba la sensación de pérdida por lo que dejó atrás: “el profundo vínculo con mi manager ,a quien venía casi como un padre; la posibilidad de ascenso que, durante años, le dio forma a mi futuro; mi imagen como una ingeniera dura lográndolo en un campo dominado por los hombres”. 

Para Khalid Abdulqaadir, quien trabajaba en la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU. y renunció con miras a crear una productora de cine, renunciar lo hacía sentir perdido cada vez que veía noticias de política o seguridad en el mundo. Ahora, aunque sabe que ya no hace parte de la política mundial, está inmerso en el sector empresarial. “Cuando renuncias al trabajo, obviamente vas a extrañar todo lo que te gustaba de este. Por eso poder encontrar algo más que amas de la misma manera es fundamental”, sostiene.

¿Arrepentimiento u oportunidad?

No todas las historias tienen finales tan felices. Como dijimos, el 70% de quienes renunciaron en los últimos años trataron de volver a sus antiguos cargos. 

Para la Society for Human Resource Management, estos empleados, denominados bumerang por su interés en regresar a la organización tras haberse ido, son una de las consecuencias del ‘Gran Arrepentimiento’. Y esto puede ser una buena oportunidad para las empresas.

“Ahora mismo las empresas tienen más intención de volver a contratar antiguos empleados porque les da una ventaja competitiva al retener talento, al tiempo que demuestra que tienen una buena cultura empresarial y que es un lugar en el que los empleados quieren trabajar”. 

Sin embargo, advierten que esta estrategia debe hacerse con mucha delicadeza pues, de todas formas, si un empleado se fue en un primer momento, es porque existe una causa que lo motivó. Para Barnett, es crucial que los equipos de recursos humanos investiguen a profundidad por qué el ex empleado está considerando esta decisión y si es lo mejor tanto para este como para la organización. 

Para esto puede servir revisar la entrevista de retiro y de ingreso del trabajador en busca de señales que permitan dilucidar si el empleado regresa con entusiasmo y para hacer una diferencia o si se está retractando de una oportunidad fallida “y pensando que cualquier trabajo es mejor que ningún trabajo”, asegura el jefe de RR.HH en WorkForce SoftWare.