A veces son habilidades invisibles pero imprescindibles.
Todos los seres humanos contamos con recursos dentro de nosotros que definen cómo funcionamos, cómo enfrentamos los problemas y cómo actuamos. Son características invisibles y abstractas pero son tan evidentes como el color de los ojos o el tipo de cabello de una persona. Muchas de estas características están en nuestro ADN pero otras se pueden desarrollar y eso las hace un recurso infinito para los seres humanos.
Imagina que te despiertas un día con la noticia de tener la oportunidad de emprender un negocio multimillonario. En la empresa en donde trabajas te quieren hacer socio por encontrar en ti conocimientos, habilidades para el éxito y actitudes perfectas para este nuevo proyecto que, aunque arriesgado, es una oportunidad única.
¿Cómo te sientes? ¿Qué haces en cuanto cuelgas el teléfono? ¿Qué decides hacer?
Estoy segura de que todos aquellos que lean este artículo, sentirían cosas distintas: unos miedo, otros adrenalina, otros mucha emoción. También estoy segura que las cosas que cada quien decidiría hacer al colgar el teléfono serían muy distintas; unos se quedarían perplejos, otros llamarían a su pareja, otros brincarían, en fin.
Al final todos o casi todos decidirían aceptar la oferta pero la manera en la que trabajarían para llegar a la meta sería completamente distinta. Algunos de ustedes tendrían excelentes resultados pero otros fracasarían. Lo mismo pasa en la vida: todos queremos tener habilidades para el éxito y felicidad, pero no todos lo logran.
No es que exista una receta o una fórmula para alcanzar el éxito pero existen elementos que no pueden faltar. Estos ingredientes tienen que ver contigo, con los demás y con la meta a alcanzar.
Esta es una lista de habilidades para el éxito:
1. Autoconocimiento
¿Qué tanto sabes de ti?¿Sabes cuál es tu “por qué”, tu misión? ¿Sabes cuáles son tus puntos débiles y trabajas en ellos? ¿Confías en ti?
Conocerte al 100% es sin duda la base del éxito, nadie es perfecto y todos somos mejorables como personas. Una persona que se conoce a sí misma es capaz de tener un punto de partida para crecer, desarrollar empatía y saber cómo exigirse a trabajar con él mismo para alcanzar metas mas altas.
2. Autodesarrollo
Gran parte de lo que nos define como personas son los aprendizajes que tenemos desde que nacemos; con base en esas experiencias formamos nuestro carácter y la forma en la que interactuamos con el mundo. Como no lo sabemos todo, es importante conocer y aplicar estrategias para “aprender a aprender” o incluso “aprender a desaprender”.
Leer diario, darse intervalos de enfoque y dispersión, practicar, establecer tiempos cortos para una actividad muy larga y premiarse por metas cortas, son algunas estrategias para seguir aprendiendo. Enfrentar el trabajo y la vida con una mentalidad de aprendiz logrará que tengas mucha mas apertura y menos estrés.
3. Habilidades sociales
La dinámica de la vida y el trabajo se compone de interacciones sociales y no es válido culpar a otros de las cosas que nos pasen a nosotros. Es mejor preguntarse, ¿qué tanto entiendes al otro y eres empático? ¿Cómo te comunicas, escuchas atentamente al otro; te quedas callado, quieres tener razón siempre?
En general, en temas de comunicación, negociación y asertividad aunque son actividades que realizamos todos los días, nos falta mucho. En comunicación lo esencial es tener y mantener la apertura, humildad y claridad; si se empiezan a mezclar egos, emociones o prejuicios la comunicación no será constructiva. La Negociación no es un tema de ganar o perder, es un tema de tomar en cuenta los puntos del otro y construir con base en ambas posturas buscando un resultado positivo. Finalmente, la asertividad es como la bolsa de una mujer que la acompaña todo el tiempo y cuando ella o alguien necesita cualquier cosa, lo saca de la bolsa. La asertividad es un elemento que debe acompañarte a todos lados; y cada ves que debas comunicar o expresar algo, apliques este recurso. La asertividad tiene que ver con el qué, cómo y cuándo se comunica algo.
4. Habilidades para aceptar el cambio
La resiliencia, es una de las habilidades mas importantes en un trabajo ya que implica ser flexible y tener la apertura para aceptar cambios constantes y mantener niveles de productividad en momentos de mucho estrés y ambigüedad. Ser resiliente significa mantenerse enfocado en el proceso y no en la meta, recordando que vivimos un proceso de aprendizaje. Ser resiliente implica mucha reflexión y cambios constantes de enfoque en donde el objetivo es mantenerse positivo y motivado ante los problemas y adversidades.
5. Trabajar
Mucha gente tristemente no logra el éxito por conocer la teoría y no aplicarla. Algunas veces es difícil empezar algo porque te compromete contigo mismo y porque es mas fácil pensar que así evitarías otro estrés o problema en el cual pensar.
Créeme, lo que mas cuesta trabajo es lo que más vale la pena. Trabajar por ser mejor es la inversión más barata con el impacto mas grande en ti , tu trabajo y tu familia. Materializa tus planes, ejecuta acciones diarias que te dirijan a ser exitoso, forma nuevos hábitos y haz realidad el ser mejor. Empieza pero también termina lo que empieces y trabaja duro.