En la era de las redes sociales y la huella digital hay una verdad absoluta: cada persona es una marca. Puede que nos cueste aceptarlo, pero es la realidad en la que vivimos, así que lo mejor que podemos hacer es sacarle el mayor provecho.

Ya lo dijo Jeff Bezos: “tu marca es lo que la gente dice de ti cuando no estás presente”. En este artículo te ayudaremos a que logres que esos comentarios sean positivos y que estén alineados con tus propósitos personales y profesionales.

Recientemente, la revista Harvard Business Review publicó un artículo titulado ‘Build your Personal Brand: How to Communicate your Value to the World’, de autoría de Jill Avery -experta en marketing y branding de Harvard Business School- y Rachel Greenwald - matchmaker profesional y dating coach-. Y sí, ya sabemos que es una extraña combinación, pero el resultado de mezclar el conocimiento de estas dos expertas es una guía integral sobre personal branding.

Y es que tener una buena marca personal aplica para todo: para buscar el trabajo de nuestros sueños o encontrar nuestra alma gemela. No importa cuál sea tu objetivo, las autoras definieron un proceso de 7 pasos claros y accionables que puedes empezar a aplicar hoy para construir tu personal brand. Revisemos cada uno.

7 pasos para construir tu marca personal

1.Define tu propósito

Ninguna estrategia puede llamarse así si no tiene un objetivo claro. Por eso Avery y Greenwald recomiendan comenzar con definir tu visión a largo plazo. Esto implica responder a las siguientes preguntas:

  • ¿Quiénes son tus audiencias?
  • ¿Cómo las quieres impactar?
  • ¿Qué valores quieres representar en el proceso?

Aterricemos esto a la realidad completando el siguiente framework:

  • El grupo de personas al que me dirijo es: ______
  • Espero poderles ofrecer: ______
  • Lo que me hace diferente a mi competencia es: _______
  • Mis capacidades distintivas son: ______

2. Audita tu marca personal

Antes de dar los siguientes pasos, es importante que identifiques cómo estás mostrándote al mundo hoy. Para eso, hay que evaluar tres aspectos: percepción, capital y cualidades. Veamos una por una:

  • Percepción:

Responde (con toda honestidad) qué sabe hoy la gente de ti, qué pueden pensar y sentir por ti las personas en los diferentes grupos y ámbitos en los que te desenvuelves y cuáles son las historias que se cuentan sobre ti.

  • Capital:

Identifica lo siguiente:

  • Las principales experiencias profesionales y personales que has tenido hasta hoy.
  • Tu capital social; es decir, las relaciones sociales y organizacionales con las que cuentas.
  • Tu capital cultural: aquellos hobbies, intereses y conocimientos que te permiten desenvolverte en distintos círculos.
  • Descripción:

Haz una lluvia de ideas de todo lo que te define como persona y profesional, pero siendo muy descriptivx con cada característica. Por ejemplo, en vez de decir que eres muy buenx resolviendo problemas, una descripción adecuada podría ser: “tengo una muy buena capacidad para resolver problemas dentro del entorno laboral, valiéndome de los recursos físicos y humanos disponibles y teniendo siempre en cuenta la visión a largo plazo de la organización”.

Como muchas veces tenemos puntos ciegos frente a nuestras propias competencias, la recomendación de las autoras es que pidas feedback a compañeros, amigos, mentores e incluso a personas con las que tengas una relación un tanto tensa.

3. Construye tu narrativa personal

Una cosa es decir: “soy una persona muy empática” y otra muy distinta es narrar a tu audiencia aquella vez en que conectaste con las necesidades y situaciones de un cliente particular y desarrollaste para este una solución consecuente.

Por lo tanto, la recomendación es que identifiques (y ojalá escribas) todas esas anécdotas, historias y experiencias que demuestran aquellos valores que dices poseer.

Podrás utilizarlas en todo tipo de situación: mientras das un discurso, en una entrevista de trabajo o en una cita romántica.

4. Personifica tu marca

Tatúate la siguiente frase: “TODO comunica”. Desde cómo respondes al saludo de un compañero de tu equipo hasta cómo te peinas (o no te peinas). Puede parecer muy superficial, pero no hay nada más importante que ser coherente con lo que dices que eres, especialmente frente a personas que no te conocen tan bien.

No se trata de que montes un show y que aparentes algo que no eres, al contrario, la idea es que eso que has identificado que te hace ser tú lo manifiestes en tu forma de comunicarte, verte y presentarte.

5. Comunica la historia de tu marca

Este es el momento en que identificas los canales por los cuales vas a “publicar” tu historia. Existen tres tipos de medios: owned, earned y paid.

  • Owned: son las redes sociales, las páginas web personales, los podcasts, los blogs, los discursos, etc. Tú eres su dueñx y eres quien genera el contenido en estos.
  • Earned: es el contenido que, de alguna manera, “te ganas”. Por ejemplo, un artículo en la prensa que se publica porque un editor encontró muy interesante tu perfil, o un premio que ganas porque un jurado te escogió como digno del reconocimiento.
  • Paid: es todo lo que pagas para aparecer en aquellos canales que para ti son estratégicos. Bien sea un content marketing, una pauta publicitaria, el patrocinio de un evento, entre otros.

Lo importante es que a la hora de escoger los canales que te convienen, identifiques cuáles son los que consume tu audiencia objetivo. Así sabrás elegir acertadamente.

6. Socializa tu marca

Ningún hombre es una isla, y construir tu marca personal requiere que establezcas conexiones de calidad con los demás. Las autoras describen varios tipos de personajes clave en tu proceso. Estos son algunos de ellos:

  • Gatekeepers: son figuras de autoridad que te permiten la entrada a ciertos escenarios que son importantes para ti. Por ejemplo, el editor de una revista, el jurado de un premio o los filtros de admisión de una escuela.
  • Influencers: personas con expertise, autoridad y posición social que cuentan con seguidores en diferentes plataformas y que ayudarán a darle legitimidad a lo que tienes para ofrecer.
  • Promotores: son aquellos maestros, mentores, colegas, jefes y amigos que te tienen en alta estima, que hablan bien de ti y que normalmente te invitan a eventos o espacios donde puedes ampliar tu network.

7. Revalúa tu marca

Avery y Greenwald sugieren que hagas una auditoría de tu marca personal una vez al año. Esto implica un poco de incomodidad, pues es fundamental pedir feedback a tu círculo cercano (y no tanto) sobre cómo lo estás haciendo. A partir de esto puedes tomar decisiones para mejorar, capacitarte y evolucionar.

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