Sabemos que predecir el futuro es casi imposible, como demostró Volver al Futuro en 1985 cuando imaginó el año 2015 con un sinfín de avances que nunca llegaron o que, ahora, parecen ridículos (¿zapatos que se sujetan solos?). Sin embargo, sin la creatividad de visionarios, diseñadores y expertos que sueñan con lo imposible, seguramente no tendríamos Internet, teléfonos inteligentes o autos que se conducen solos.
Por eso, los periodistas de la revista de tecnología Wired quisieron hablar con expertos sobre los posibles cambios, mejoras y diseños que tendrán varios tipos de dispositivos dentro de 30 años. Teléfonos celulares sin pantalla, automóviles eléctricos con baterías mejoradas, robots de rescate y por supuesto Inteligencia Artificial en todos los dispositivos serán la norma para las personas en 2053.
Sin más tiempo que perder, veamos cómo pinta el futuro de la tecnología dentro de tres décadas.
Teléfonos
Aunque los smartphones actuales parezcan la cúspide del diseño, en 2053 es posible que veamos al Iphone 15 como una pieza de la edad de piedra, de acuerdo con Neil Shah, ejecutivo de la firma de investigación de mercado en tecnología Counterpoint.
Para Shah, es posible que entonces ni siquiera existan los teléfonos, sino que se trate de un dispositivo incrustado en nuestras orejas o, incluso, directamente en nuestro cerebro.
“[Este dispositivo] Tendrá capacidades generativas y cognitivas de IA, con lo cual aprenderá nuestros hábitos y anticipará lo que necesitamos hacer luego, conectándose sin dificultad a dispositivos del ambiente de oficina o durante los viajes y hará que cambiar entre estos sea muy fácil”, especula.
Esto implica que las personas no estarán tanto tiempo interactuando físicamente con el celular. Por eso en Wired se aventuran a predecir que solo en algunas oportunidades deberemos tocar, scrollear o dar comando de voz y que, cuando necesitemos de una pantalla, podríamos tener displays que se desenrollen y se transformen en pantallas táctiles del tamaño de nuestra palma.
Televisores
Si el futuro de los celulares podría implicar la desaparición de sus pantallas, ¿qué pasará con los televisores? De acuerdo con la escritora de Wired Lauren Goode pasará casi lo contrario: tendremos pantallas en nuestras palmas, en los vehículos y hasta en las señales de tránsito.
Pero llamarla televisión puede quedarse corto. En 2053 estaremos hablando de displays enrollables como una revista y que serán tan fáciles y económicos de producir que los regalarán. Goode especula y bromea con que estos dispositivos serán un “regalo” al suscribirse a servicios de streaming o al comprar otros artefactos como un headset de realidad virtual.
Sin embargo, la tecnología de audio no mejorará notablemente. Así lo cree Tony Fadell, el famoso diseñador de productos y uno de los inventores del iPod: “”Pantallas más pequeñas y delgadas van en contra del primer principio de la física del sonido. ¡Soluciona eso, Samsung!”, pide Fadell.
Cuidado y medición de salud
Contrario a lo que pasaría con las pantallas y los celulares, para la epidemióloga Jennifer Radin, quien ha trabajado con el CDC de Estados Unidos y para el centro de investigación médica Scripps, los smartwatch seguirán siendo populares y estando a la moda. Sin embargo, serán mucho más útiles, pues la información que recolectan ahora es poca..
En lugar de simplemente contar repeticiones, los nuevos sensores monitorearán más precisamente la presión arterial, los niveles de glucosa y el ritmo cardíaco. Esta información alimentará un motor de análisis dentro del dispositivo que pueda relacionar cualquier irregularidad con el historial médico familiar y los datos en tiempo real.
En cuanto a medicinas, Ashworth cree que fármacos del estilo de Ozempic (que ayudan a perder y controlar el peso) serán la regla general. Además, las rutinas de ejercicio serán “personalizadas” con un clon digital de entrenadores famosos, mientras que microchips dentro de la ropa podrán vigilar precisamente que estés haciendo correctamente ejercicio.
Estos dispositivos en la ropa y antebrazos permitirá crear modelos de salud comunitaria con la información de millones de personas, lo que ayudará a predecir la propagación de virus, por ejemplo. “Espero que esto empodere a los individuos a entender mejor su propia salud y también a entender los brotes que puedan ocurrir en su comunidad”, espera Radin.
Supervivencia y emergencias
Lo más probable es que para 2053 la humanidad no haya podido detener su dependencia de combustibles fósiles, por lo que los efectos del cambio climático ―como inundaciones, olas de calor, incendios forestales y lluvias torrenciales― serán evidentes en ese momento. Esto también implica que la tecnología para enfrentar esta realidad habrá mejorado.
Por ejemplo, el profesor de ciencia computacional en la Universidad de Texas A&M y cofundador del Centro de Búsqueda y Rescate Asistido por Robots, Robin Murphy, especula que estas catástrofes serán menguadas por robots autónomos. Así, imagina a drones bomberos luchando contra incendios o escaneando ríos y mares con modelos predictivos de IA para avisar de posibles inundaciones. “Preveo un futuro donde haya desastres, pero no emergencias”, dice.
Además, en Wired imaginan que los humanos usarán monitores integrados con tecnología para medir o alertar de la presencia de material particulado, niveles peligrosos de dióxido de carbono o nuevos virus. Las mascarillas serán más delgadas, filtrarán mejor el aire y permitirán respirar mejor. Y lo mejor: serán completamente reutilizables.
Auriculares
A pesar de los desastres naturales y las mascarillas para respirar un aire menos contaminado, el futuro del audio portátil suena bien. En primer lugar, los auriculares en 2053 muy probablemente estarán diseñados y hechos específicamente a la medida de tus oídos con impresiones en 3D, lo que los hará casi imperceptibles.
Esto será muy importante porque, de acuerdo con Wired, los auriculares van a reemplazar muchas de las funciones que hoy tienen los teléfonos inteligentes con simples comandos de voz: hacer llamadas, traducción simultánea de conversaciones multilingües, control del smart-home.
“Los auriculares tendrán el poder computacional para actuar como un sistema operativo personal, borrando las líneas entre accesorio de audio y comunicador móvil. Si se consideran puramente como un equipo, los auriculares del futuro serán tan esenciales como la ropa o un techo”, sostienen.
Automóviles
Lamentamos romper la fantasía, pero no habrá autos voladores para 2053. Al menos, esta no será la tecnología predominante. De hecho, la mayor revolución en las próximas tres décadas será mucho más aburrida: mejores baterías eléctricas.
Esto es lo que vaticina el CEO de la empresa de cargadores para autos eléctricos y ex COO de Nissan, Andy Palmer. “Serán más densas en energía, lo que significa mayor rango. Veremos cambios en las formas como las baterías se cargan ―potencialmente inalámbricas y más rápidas―”. Además, combustibles amigables con el medio ambiente como el hidrógeno serán más comunes.
Sin embargo, en las próximas tres décadas es posible que se haya alcanzado el Nivel 5 de conducción autónoma, por lo que los vehículos sin volante se volverán la norma.
Otro cambio probable es que la propiedad de los autos cambiará al de Movilidad como servicio, similar a como funcionan ahora las plataformas de streaming. De acuerdo con Sumen Mandar, analista senior de Counterpoint, las suscripciones tipo pago-por-uso, los viajes compartidos y servicios como Uber dominarán el mercado. “La movilidad por demanda será común, especialmente si los autos pueden pedirse remotamente. Pero en áreas rurales no veremos muchos cambios”, sostiene.