El trabajo nunca está garantizado, incluso si eres el fundador de tu propia compañía. Aunque suene extraño, esto fue precisamente lo que le pasó a Steve Jobs, cofundador de Apple en 1987, cuando fue despedido de la empresa que había creado por decisión de la junta. Pero como demostró con los años el propio Jobs, ser despedido no es el final de la vida, aunque se sienta como un retroceso.
Incluso ahora, cuando los niveles de desempleo han bajado y se las cifras se acercan a los datos que había antes de la pandemia, alrededor de 435 millones de personas estuvieron desempleadas en 2023.
Aunque esperamos que no tengas que pasar por esto, preparamos algunos consejos prácticos para afrontar un despido después de que pasa, la preparación previa que debes considerar antes de buscar nuevas oportunidades y cómo fortalecer tus posibilidades de encontrar no solo un nuevo trabajo, sino uno que te haga feliz.
Durante la tormenta
No es personal
Incluso si saliste de la empresa con miles de colegas como parte de una reestructuración, ser despedido se siente personal, como algo solamente en tu contra. Así lo afirma Corinne Mills, directora de la firma de guianza profesional Personal Career Management.
“Cualquier que sea el coctel de emociones que estás sintiendo, trata de despersonalizar la situación. Mantén las conversaciones en tono cívico, di adiós a quienes puedas y no quemes los puentes. Recuerda, es probable que necesites una referencia algún día”, sostiene.
Reconfigura tu estado mental
Algo similar pronostica la autora y coach profesional Marlo Lyons, autora del libro ‘Wanted – A New Career: The Definitive Playbook for Transitioning to a New Career or Finding Your Dream Job’. Para Lyons, ser despedido no es una muestra de tus habilidades, sino que evidencia una mala implementación de políticas empresariales y falta de buenas decisiones de la gerencia.
La experta sugiere que, si estás en un estado mental negativo, busques algo que levante el ánimo, como el yoga, la meditación, cocinar, pintar o escuchar música. “Es crítico tomarse un tiempo para enfocarte en ti mismo y tu bienestar mental primero, para que cuando comiences la búsqueda estés enfocado y recompuesto” .
Preparación previa
Revitaliza tu hoja de vida
Luego de navegar por las tormentas emocionales de ser despedido, lo primero que debes hacer es actualizar tu hoja de vida, de acuerdo con la experta en marca personal Goldie Chan.
Ten en cuenta mostrar las habilidades que aprendiste en tu anterior cargo. De acuerdo con TopCV, una organización enfocada en potenciar hojas de vida, otras recomendaciones para tener en cuenta son:
- No especifiques la razón de tu despido.
- Establece fechas de inicio y fin de tus empleos.
- Incluye tu logro más importante en cada cargo.
Lyons también recomienda hacer una búsqueda previa de ofertas que te interesen. La idea es que identifiques las palabras clave de cada oferta, qué buscan y qué tienen en común entre ellas. Si estableces algunas palabras
Además, es posible que la hoja de vida sea demasiado anticuada y que necesite de un rediseño completo. Para inspirarte o tener algunas plantillas, plataformas como Canva tienen cientos de opciones gratuitas.
Escribe tus logros
Para Lyons, describir tus logros en papel ayudará a entender tus habilidades y capacidades actuales y a mostrar tus éxitos, lo que puede ayudar a calmar los pensamientos fugaces durante la búsqueda de trabajo.
Para hacer esto de una manera más sistemática, Lyons recomienda los métodos de reflexión CARL y STAR(T), que fomentan pensar en los contextos, resultados, aprendizajes y ganancias.
De hecho, escribir con estos métodos ayudará a prepararte para entrevistas futuras sobre tus libros. “La idea es enmarcar tus logros en la resolución de problemas, lograr metas y priorizar bajo presión, completar un proyecto complejo o convertir una derrota en una victoria”.
Para Mills, es importante vincular estos logros con información. Por ejemplo, la medición de tu incremento en ventas, el porcentaje de avance en un proyecto o el número de personas que benefició una decisión que tomaste.
Piensa en lo que quieres
Este es un buen punto para pensar en qué es lo que quieres: ¿buscas una empresa grande o una pequeña? ¿Te gustaría tener el mismo cargo? ¿Necesitas estar en el mismo lugar o has pensado en cambiar de ciudad?
Claro, es posible pensar que estar desempleado no es el momento de ser exigente, pero Lyons recomienda hacerse estas preguntas no para ser quisquilloso, sino para entender qué quieres, o sea, qué cargo y de qué manera te hará sentir y ser exitoso en un empleo. Buscar un nuevo trabajo exclusivamente por la urgencia, podría afectar tu desempeño a largo plazo, afirma.
¿Y luego?
Postúlate, postúlate, postúlate
Postularse es “la hora de la verdad” al buscar trabajo, pero también puede ser estresante y frustrante. Los procesos suelen tardar semanas y muchas veces nunca se recibe respuesta.
Tras recopilar tus éxitos y hacer tu hoja de vida, este momento nos aterriza nuevamente en la realidad: no todas las oportunidades son para nosotros y puede haber profesionales mejor capacitados para estos cargos. Pero esto no es una derrota. “Este es un juego de probabilidades y la clave es la perseverancia”, sostiene Chan. “A cuantos más trabajos apliques, incrementas tus probabilidades de conseguir uno. Por lo tanto, sigue postulándole y enviando tu hoja de vida”.
Para Chan, esto también implica entrenarse para estar “siempre al acecho”. Por ejemplo, ir a eventos del sector y hacer relacionamiento, preparando una presentación rápida de tus habilidades e, incluso, invirtiendo en tarjetas de presentación para este tipo de eventos.
Organización y cronogramas
Lyons reconoce que buscar trabajo es una tarea de tiempo completo. Además, cada día que pasa sin ser contactado por una empresa, puede provocar culpa por no “haber hecho lo suficiente”.
Por eso recomienda crear un cronograma diario o semanal que te ayude a enfocarte. Este cronograma tendrá una meta para día que te ayudará a sentir que cumples una meta. “Determina cuánto harás conexiones y con cuantas personas hablarás, qué días buscarás trabajos viables, qué tanto reharás tu hoja de vida y qué tan seguido vas a practicar responder preguntas típicas que hacen en las entrevistas”.
Para el ingeniero Vishwanath Eswarakrishnan, quien cuenta cómo consiguió una trabajo en Meta tras ser despedido el día en que su segundo hijo nació, tener un calendario en el que escribía todas sus entrevistas junto con el nombre de los entrevistadores, “fue un salvavidas en este periodo”.
“Escribir mis citas me ayudó a planear cada día y escribir los nombres de los entrevistadores me dio contexto y ayudó a mi memoria a recordar sobre qué hablamos antes”, explica.