¿Has escuchado aquel dicho de: “Menos es más”? Tal vez no sea el mejor consejo para tener en cuenta si te encuentras frente a un tesoro o cuando tienes un manjar frente a ti; pero existe sabiduría en estas palabras, al menos, cuando hablamos de escribir textos que cautiven a sus lectores.
Escribir puede parecer una actividad fácil cuando lo hacemos en chat y con amigos, pero ¿quién no se ha quedado minutos enteros frente a la pantalla en blanco cuando necesita redactar un correo electrónico importante para su jefe o un cliente?
Aunque no hay un secreto para lograr un texto increíble cada vez que escribes, hay una primera gran verdad que debes saber antes de continuar: el arte de escribir no se basa en redactar muchas palabras, sino en que el lector entienda lo que quieres comunicar.
De hecho, un error muy común es querer usar más palabras y adornos de los que necesitas para decir algo, pues con cada palabra innecesaria y expresión rebuscada, tu mensaje se diluye.
Para Jane Rosenzweig, directora del Centro de Escritura del Harvard College, donde enseña cursos de escritura y edición, escribir de más no solo es engorroso para ti, sino también para quien lo lee, pues su atención se irá en tratar de entender lo que quieres decir y no en lo que tenías que decirle.
Pero nadie está condenado a escribir de más, aunque, para lograrlo, el escritor debe comprometerse a una cosa: editar. Y el objetivo de este artículo es que le pierdas el miedo a esta palabra. Editar no es borrar todo lo escrito y volver a comenzar (al menos no todas las veces).
Editar solo significa dedicarle un poco más de tiempo a cada mensaje que escribes para que sea su mejor versión posible. Es más, para Erin Greenawald, editora de The Daily Muse, tomarte tu tiempo para escribir puede ahorrarte tiempo después.
“En su mayoría, la comunicación efectiva (y la buena escritura) toma tiempo. Toma tiempo formular tus pensamientos, entender lo que de hecho quieres decir y escribirlo de una manera clara”, asegura.
4 tips para escribir como los mejores
No perdamos más el tiempo y revisemos los 4 consejos que te ayudarán a escribir con mayor seguridad y claridad.
- Borra las palabras que no le suman nada a tus oraciones
Esto es más fácil decirlo que hacerlo porque, ¿cómo podemos estar seguros si una palabra contribuye con lo que quieres decir? Como el lenguaje es tan maleable como la plastilina, que una palabra sobre o no, dependerá mucho del contexto y tu mensaje.
Sin embargo, Rosenzweig aconseja prestar atención a las “mentes”. Es decir, palabras como: generalmente, básicamente, totalmente, esencialmente, completamente. Entiendes la idea.
Estas palabras tienen un poder hipnótico que hace que las consideremos sofisticadas e indispensables cuando escribimos. Aunque, la mayoría de las veces, no son ni lo uno ni lo otro.
Para ayudarnos a salir de dudas, Rosenzweig sugiere hacer tres preguntas antes de eliminar una palabra.
- ¿Qué le suma a tu oración esta palabra?
- Si la borras, ¿tu oración pierde algo?
- Si la mantienes, ¿tu mensaje se diluye?
Si respondes “nada”, “no” y “sí” a estas preguntas, borra la palabra. Cuando se trate de escribir, pensemos siempre primero en una obra de arte minimalista, antes que barroca.
2. Reduce la repetición
Este es un vicio que tenemos muchos al escribir, bien sea para enfatizar un punto ya expresado o porque escribimos mientras organizamos nuestras ideas. Veamos este ejemplo:
La primera oración dice toda la premisa: El agua es saludable para los humanos. La segunda suma una comparación que enfatiza lo beneficioso del agua. Sin embargo, con un poco de edición, podemos unir ambas ideas.
Así, logramos evitar cuatro molestas palabras. No siempre será tan claro cuándo estás repitiéndote, pero la práctica hace al maestro. Mientras más releas lo que has escrito, más notarás las frases que están alargando tu texto sin necesidad.
3. En lugar de escribir lo que vas a hacer en una oración, hazlo
Para entender este consejo, la profesora Rosenzweig propone el siguiente ejercicio:
Rosenzweig explica que en la primera oración nuestra atención está puesta sobre el escritor, en lugar de estar enfocada en las recomendaciones del proceso de inducción.
4. Usa la voz indicada para cada caso
Este consejo viene de la coach de escritura Joanna Cutrara, quien describe en este texto cuatro técnicas para ser un mejor escritor. Una de estas es aprender a usar la voz pasiva o activa en nuestros textos.
Por si no lo tienes claro, una frase que tiene voz activa es aquella donde el sujeto de la oración realiza la acción. Al contrario, en una oración con voz pasiva el sujeto de la oración es sobre quien se actúa.
Usualmente, la voz pasiva se ha asociado con la objetividad y los textos documentales como las noticias, pero ten presente que será más emocionante para tu jefe que le describas con voz activa cómo tu nuevo sistema mejorará los tiempos de la empresa; mientras que contar cuáles los nuevos beneficios de un plan de salud podría estar mejor explicado en voz pasiva.
Pero no te confíes de la tradición, pues las reglas están para romperlas. Por eso, antes de que te vayas a poner en práctica estos consejos, recuerda las palabras de la profesora Rosenzweig:
“No es el fin del mundo si usas una palabra innecesaria de vez en cuando, si escribes una frase repetitiva o si nos cuentas qué estás haciendo en una oración antes de hacerlo. Pero las palabras extras suman. Si vuelves un hábito usar estos consejos, tu escritura será más corta y afinada”.