Cuando estás buscando un trabajo, usualmente te encuentras en una posición de desventaja. Durante una entrevista, por ejemplo, el empleador tiene todo el poder. “Pero cuando te hacen la oferta, el poder cambia de lado. Ahora, la empresa te quiere y te ve en un cargo, lo cual ofrece un raro momento de ventaja”, sostiene la experta en reclutamiento corporativo Dawn Graham.
Graham también es autora del libro ‘Switchers: How Smart Professionals Change Careers — and Seize Success’ y, de acuerdo a su experiencia, es cuando tienes una oferta sobre la mesa cuando realmente se debe comenzar a tomar decisiones.
Es en este momento cuando debes sopesar qué significa esta oferta para tu carrera y para el futuro inmediato de tu vida. “Es un compromiso grande y necesita estar alineado con tu estilo de vida y tus metas personales y profesionales”, afirma la coach de carrera Chelsea Jay.
Por esto, Jay y Graham recomiendan hacerse siete preguntas para tener la mayor cantidad de información posible sobre tu futuro trabajo, pues esto hará que tomes una decisión más robusta. ¿Cuáles son?
¿Qué estoy pasando por alto?
“Las personas tienden a enfocarse en ciertos aspectos del trabajo y terminan ignorando algunas banderas rojas”, sostiene Graham. Por ejemplo, al estar enfocado en un sueldo o en el prestigio de la organización, puede favorecer pasar por alto detalles como la personalidad distraída de tu jefe o que las demandas de tiempo de la organización pueden afectar el balance con tu vida personal.
Para Jay, en este punto es recomendable hablar sobre tus incertidumbres con distintas personas, incluida tu familia, amigos. Repasa tus indecisiones, revisa tus puntos ciegos y vuelve a ver cualquier parte de la oferta o la organización que se haya sentido un poco extraña. “Considera tus prioridades. Si debes sacrificar una de ellas es posible que esté bien tomar el trabajo, pero asegúrate de que no sacrifiques todas”, sostiene.
¿Cómo es realmente la cultura corporativa?
Responder esta pregunta sin ser parte de la empresa no es sencillo, por eso, es necesario estar alerta a señales sutiles. Por ejemplo, puedes comenzar por tu experiencia durante la entrevista.
Recuerda los horarios que ofrecieron para las entrevistas o si te contactaron por correo electrónico en un fin de semana. Estas pueden ser señales de un desbalance entre la relación vida-trabajo en la empresa, por ejemplo.
Jay, por su parte, recomienda aprender más sobre la incorporación al cargo. Esto implica preguntar sobre si seguirás a otros colegas o tendrás capacitaciones. Conocer sobre estos protocolos muestra si hay un orden en la compañía o si, en cambio, tendrás que aprender dinámicas por tu propia cuenta.
¿Cómo se aproxima mi jefe directo a la gerencia y el management?
La forma más fácil de responder esto es teniendo una conversación directa con quien será tu jefe. Aunque pueda ser intimidante, estos son temas que tienes que conocer para aceptar tu trabajo. “Si te sientes incómodo simplemente expresando tus necesidades, puede que no sea el mejor lugar para trabajar”.
De lo contrario, discutan cómo ven el éxito dentro del equipo y qué se espera de sus trabajadores; además de cómo planea el crecimiento profesional de sus colaboradores. En sus respuestas puedes notar si, por ejemplo, les gusta que sus trabajadores sean independientes y propositivos o si prefieren que se ciñan a instrucciones claras.
¿Cuál es mi potencial de crecimiento en la organización?
Imagina dónde o cómo te ves en cinco o diez años y pregúntate si el cargo que te ofrecen te brindará las habilidades, mentoría y apoyo para acercarte a ese objetivo. Una forma de averiguarlo es preguntar sobre cómo han crecido otros empleados en sus carreras.
Esto también implica consultar por cursos, capacitaciones, diplomados o mentorías. En resumen: estás buscando señales de cómo la compañía está comprometida con el crecimiento de sus trabajadores.
Independientemente de las respuestas, Jay recomienda hacer una investigación propia en plataformas como LinkedIn, consultando perfiles de trabajadores actuales y pasados para hacerte una idea de la permanencia promedio, las renuncias y los ascensos.
¿Qué tipo de relaciones voy a construir?
Crear conexiones es cada vez más difícil, en gran medida por el trabajo híbrido y las facilidades de Internet. De acuerdo con Graham, esa es la razón por la que es importante entender cómo serán tus interacciones cotidianas y cómo te relacionarás con las personas en esta empresa.
Nuevamente, si puedes darte la oportunidad, hablar con quienes serán tus colegas puede ayudarte a conocer cómo se construyen estos vínculos o en cómo han encontrado mentoría en la compañía. “Toma nota de las personas con quienes interactúas: ¿son inteligentes, generosos, solidarios o competitivos?”, sugiere Graham que también advierte que son tus colegas quienes harán de tu trabajo una buena o una mala experiencia.
¿Hay algo más que pueda negociar en este cargo además del salario?
Graham reconoce que negociar tanto con quien será tu jefe puede ser intimidante, pero este proceso puede fortalecer su relación, además de darte luces sobre el futuro. Por ejemplo, esta negociación puede mostrar si t u jefe es abierto o estricto.
Sobre qué más puedes pedir, Graham aconseja ser creativo, pero estas peticiones pueden ir desde un plan de celular, hasta membresías a asociaciones o aplicaciones. Eso sí, procura escoger cosas que demuestren cómo tu compañía también se beneficiará de esto.
¿Cuál es mi estrategia de salida?
Pensar en tu salida no es pensar negativamente, sino una necesidad práctica. “Esta es una relación laboral, y la empresa ciertamente tiene una estrategia de salida si no rindes lo suficiente o si el negocio va mal”, sostiene Graham.
Investiga sobre el mercado de esta empresa y considera tus opciones. Trata de entender la salud financiera y la estabilidad en informes de rendición de cuentas. Además, considera que puedes tener que renunciar por un sinnúmero de razones. “Probablemente estarás bien los primeros años, pero es aconsejable tener un plan de respaldo”.
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Todas estas preguntas tienen como principal objetivo hacer que tomes una decisión informada y prevenir futuros arrepentimientos. “La vida es muy corta como para estar en una situación en la que pienses: me habría gustado saber esto antes”.
Y aunque puedan parecer demasiadas, un buen resumen sobre qué evaluar antes de aceptar una oferta laboral lo hace Nikhiel Varghesse, gerente y experto en cadenas de suministros y logística: “Considera los ingresos, beneficios y ubicación. También el balance vida-trabajo, la posibilidad de avanzar y la cultura laboral. Confía en tus instintos y escoge el que más se alinea con tus creencias y aspiraciones”, sentencia.